Medidas de protección y control frente al (COVID-19)
Una señora de más de 50 años, con sobrepeso y menopausia, es el ejemplo clásico de un pie plano sintomático, que comienza a presentar dolor en la cara interna del tobillo y que normalmente ya se ha dado cuenta de que el pie se le ‘cae’ hacia dentro.
Esta señora probablemente padece una enfermedad en un tendón, el tibial posterior, que hasta hace poco definía el problema que había con un pie plano. En la actualidad estamos evolucionando es éste área, tanto así que los conceptos y formas de manejar los síntomas relacionados con el pie plano están cambiando, entendiendo que también los hombres pueden desarrollar síntomas, que también afecta a personas de menos edad y que se presentan en nuestras consultas con múltiples dolencias, que pueden relacionarse con esa pérdida del arco plantar o puente.
En su consulta de Bilbao, el traumatólogo especialista en cirugía de pie y tobillo Dr. Andrés Delgado habla sobre el tema, explicando que valora a diario pacientes jóvenes y niños con síntomas relacionados con el pie plano o padres muy preocupados porque los pies de sus niños no han desarrollado el puente. Pero también que acuden a su consulta muchos pacientes de distintas edades, que se quejan de problemas relacionados al pie plano.
Este pie plano, que se denomina ‘pie plano valgo’, por las distintas deformidades que adquieren las distintas partes del pie, puede generar dolor en la parte de adentro del tobillo, por lesión de un tendón que pasa por la parte de atrás del tobillo, pero también pueden tener dolor en la parte de fuera del tobillo. A veces hay molestias que simulan a una fascitis plantar, con dolores hacia la planta del pie o hacia el empeine en el dorso del pie, en la parte interna del mismo, entre otros.
El Dr. Delgado comenta que pueden desarrollar deterioro de los tendones de la parte del pie, lesión de ligamentos en el pie e incluso en el tobillo y en casos muy severos puede afectar a la estabilidad del tobillo que puede llevar a la artrosis.
En definitiva, la mayor parte de estos pacientes pueden ser tratados con medidas como la rehabilitación, uso de plantillas o botas, ejercicios, uso de calzado adecuado y otras medidas, pero a veces, cuando éstas no son suficientes, puede ser necesario indicar cirugía para resolver el problema. El Dr. Delgado practica con regularidad estos tratamientos y ofrece una solución para un problema que puede llegar a ser muy incapacitante.
El COVID-19 se propaga rápidamente de persona a persona, principalmente por las siguientes vías:
Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público, o después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
Es de suma importancia que se lave:
Si no dispone de agua y jabón, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. Cubra toda la superficie de las manos y frótelas hasta que las sienta secas.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado las manos.
Dentro de su casa: evite tener contacto con personas que están enfermas. De ser posible, mantenga una distancia de 2 metros entre la persona enferma y otros miembros de su hogar.
Fuera de su casa: mantenga una distancia de 6 pies de las personas que no viven en su casa.
Las mascarillas ayudan a prevenir que contraiga o propague el virus.
Podría transmitir el COVID-19 a otras personas incluso si no se siente mal.
Todos deben usar una mascarilla en lugares públicos y cuando están con otras personas que no viven en su hogar, especialmente cuando es difícil mantener otras medidas de distanciamiento social.
NO use una mascarilla destinada a trabajadores de atención médica. Actualmente, las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de respiración N95 son suministros fundamentales que deberían reservarse para los trabajadores de la salud y el personal de respuesta a emergencias.
Siga manteniendo una distancia de aproximadamente 6 pies de las demás personas. El uso de la mascarilla no reemplaza el distanciamiento social.
Cúbrase siempre la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar o cúbrase con la parte interna del codo y no escupa.
Eche los pañuelos desechables usados a la basura.
Lávese las manos inmediatamente con agua y jabón por al menos 20 segundos. Si no dispone de agua y jabón, límpiese las manos con un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Limpie y desinfecte diariamente las superficies que se tocan con frecuencia . Esto incluye las mesas, las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los mesones, las barandas, los escritorios, los teléfonos, los teclados, los inodoros, los grifos, los lavamanos y los lavaplatos.
Si las superficies están sucias, límpielas. Lávelas con agua y detergente o jabón antes de desinfectarlas.
Luego, use un desinfectante de uso doméstico. La mayoría de los desinfectantes comunes para el hogar funcionarán.
Esté atento a los síntomas. Esté atento a la aparición de fiebre, tos, dificultad para respirar u otros síntomas del COVID-19.
Controle su temperatura si presenta síntomas.